Por Claudia V. Arriaga Durán.
Fotos Kiki Vc.
Yucatán 7 de abril de 2025.- Ana es una mujer maya originaria de Tekax, Yucatán, cuya pareja en el 2016, aprovechó que tenía un dolor de estómago y que no sabía leer para darle misoprostol para abortar. Le dijo que la aliviaría del malestar. Pasaron horas y cuando no aguantó el dolor acudió al Hospital General de Tekax, luego en uno particular de Oxkutzcab y en ninguno la quisieron atender porque les enseñó la caja del medicamento.
Desesperada y pensando que moriría, su familia la ayudó para trasladarse al Hospital Agustín O’Horán en Mérida.
El primer doctor que la recibió la denunció a las autoridades. Ana despertó en la cama del nosocomio custodiada por policías. “Me dijo que me iría al infierno”, recordó.
Casos como el de Ana son un recordatorio de la urgencia por despenalizar el aborto en Yucatán y todo México. De las luchas, como la de la doctora Sandra Noemi Peniche Quintal, precursora de la defensa de los derechos sexuales y reproductivos.
Cuya meta era que todas las mujeres y personas gestantes no sean criminalizadas por decidir sobre la maternidad, ni revictimizadas por la falta de acceso a información. Situación que vulnera doblemente a quienes viven en las periferias, a las mujeres mayas.
La doctora Sandra fundó la primera clínica formal para la interrupción voluntaria del embarazo en toda Latinoamérica: Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva.
Su férrea defensa por la autonomía de las mujeres y sus cuerpos la llevó a ser víctima de un discurso de odio. En las puertas de la clínica personas que se autocalificaban como providas se paraban a rezar. Y en el 2018 la lesionaron con un arma punzocortante.
Sandra falleció el 15 de diciembre de 2022, dejó tras de sí un legado que en este 2025 debe ser materializado obligatoriamente: la despenalización del aborto en Yucatán.
Aún así, en Yucatán, a partir del mes de febrero que las diputadas de Morena, Clara Rosales y la diputada de Movimiento Ciudadano, Larissa Acosta presentaron las iniciativas para despenalizar el aborto fue que inició una campaña de desinformación por los grupos provida.
Un ejemplo, es que en la iglesia del municipio de Tekit repartieron folletos y convocaron a las personas para decirles que la diputada de Morena, Neyda Pat apoyaba el asesinato de bebés. Otro es que colocaron una lona en Prolongación Paseo Montejo en la que nombraron «Cartel del aborto» a las y los legisladores que estuvieran a favor de la despenalización.
FALSO: las iniciativas no permiten abortar hasta los 9 meses
Las dos iniciativas presentadas – por MC y Morena- proponen que el aborto sea un tema de salud pública. Buscan modificar la Ley de Salud Pública del Estado de Yucatán para que las instituciones gubernamentales garanticen el acceso de este derecho a todas las mujeres, mujeres trans y personas gestantes.
En el Código Penal del Estado de Yucatán se modifica el artículo 389, de aborto a aborto forzado. Es decir, se contempla sancionar a quien obligue a una mujer, mujer trans o persona gestante a abortar en contra de su voluntad. En este supuesto plantean penas de cárcel que van de tres a ocho años.
Y deroga por completo el artículo 392 que imponía un castigo a la “madre que voluntariamente procure su aborto o consiente en que otro la haga abortar”, se leía. Lo que en el fallo de la ministra Ana Margarita Ríos Farjat de la Primera Sala de la SCJN era violatorio de los derechos humanos.
“La prohibición del aborto voluntario atenta contra el derecho a la igualdad y no discriminación e invade su autonomía reproductiva, porque limita el ejercicio de los derechos de las mujeres conforme a una concepción social que les exige que satisfagan un rol de género determinado y cumplan con su destino de ser madres”, se lee en la sentencia del amparo.