Mauricio Estrada es el papá de Lucía y está vinculado a proceso por el delito de violencia vicaria. Denunció a la mamá de su hija, Ericka, por un delito sexual contra la menor e interpuso nueve amparos para no regresársela. La fiscalía determinó el ejercicio de la no acción penal en la acusación que hizo y él los acusó de corruptos.
Por Claudia V. Arriaga Durán.
Mérida, Yucatán, 21 de mayo de 2025.- Mauricio Estrada es el papá de Lucía y está vinculado a proceso por el delito de violencia vicaria y otros tres delitos. Sustrajo a su hija en agosto de 2024 y denunció a su madre, Ericka Contreras de un delito sexual para luego interponer un amparo, que impidió que la menor fuera restituida a su hogar.
Por este último delito sexual contra Ericka se decretó el ejercicio de la no acción penal. En pocas palabras, no hay elementos para acusarla y aun así, Mauricio en rueda de prensa insistió en que existió corrupción en esta determinación de la Fiscalía General del Estado de Yucatán.
“Hay entrevistas de mi hija con fiscales investigadoras, psicólogas institucionales, evaluaciones médicas del Centro de Justicia para las Mujeres, pruebas psicológicas”, declaró en la rueda de prensa, Mauricio.
Insistió en que aunque sí se realizaron los actos de investigación, se trató de corrupción.
“No hay ni fondo y forma en los elementos para cerrarla, de manera arbitraria y unilateral de manera ilegal la fiscalía decretó el no ejercicio de la no acción penal”, acotó.
La denuncia del presunto delito sexual contra Ericka -cuya carpeta de investigación ya se cerró-, Mauricio la interpuso el 15 de julio de 2024. Y promovió un amparo el 27 de agosto, ya que con la carpeta vigente la menor no podría ser entregada a su madre.
Mauricio interpuso al menos nueve amparos en contra de la FGE para evitar que Lucía regrese con su madre. “No se el número exacto (de amparos), pero son varios y evidentemente es porque la misma institución ha hecho algo ilegal”, expuso.