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Ana pide justicia, sus vecinos la violentaron física, verbal y sexualmente y las autoridades no hacen nada

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Ana teme por su vida. Desde el 2010, la acosa una familia que vive de manera irregular en un predio de la CFE  que colinda con su casa, ubicada en la colonia Emiliano Zapata Oriente. La han golpeado, insultado y violentado sexualmente. Ya denunció y acudió a todas las autoridades, pero nadie le hace caso. La última vez rompieron una ventana de su auto.

Por Claudia Victoria Arriaga Durán.

Mérida, Yucatán, 16 de junio de 2022.- El pasado 29 de mayo, Ana fue agredida verbalmente por tres hombres y una mujer. Pensó que la violencia en su contra no escalaría, pero se equivocó. La noche de ese mismo día, uno de ellos lanzó una piedra a su automóvil y rompió una ventana. Denunció que desde el 2010, ha sido acosada por una familia que vive de manera irregular en un predio de la servidumbre legal de paso de las líneas de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la colonia Emiliano Zapata Oriente.

La violencia comenzó cuando Ana se inconformó contra las autoridades competentes: CFE, Ayuntamiento de Mérida, Procuraduría General de la República, Fiscalía General del Estado (FGE) y Gobierno del Estado. 

La otra cuestión es que se trata de personas violentas, que en alguna ocasión intentaron invadir su casa. Además, a consecuencia del descuido del predio, en el 2015, fue víctima de abuso sexual. 

“A mi no me importa que invadan, pero si son delincuentes que te agredan si me importa. Es culpa de la FGE, de la CFE, del Gobierno del Estado y si me pasa algo, es culpa de todas estas instituciones”, relató.

“Hace algunos años del monte salió una persona drogada, yo barría porque arreglaron el techo adelante, y esta persona me atacó por detrás y me jaló para abusar de mí, me besó por todo el cuerpo. Todas las madrugadas quiero vomitar. La persona que arregló el techo le dio su golpe y llamó la policía, este hombre estuvo en la cárcel por abuso sexual”, recordó Ana. 

 

Ana fue ignorada por las autoridades.

En el 2010, fue la primera vez que  Ana expuso su inconformidad a la CFE, un año después envió un nuevo oficio para recordarle a la Comisión que Marco Tulio, dueño de una taquería de la zona, no sólo invadió el terreno para hacer un estacionamiento y una bodega, además, lo vendió a sus agresores. 

Un año después, en el 2012, el Órgano Interno de Control de la CFE, le respondió que, en efecto, el predio de la servidumbre legal de paso de las líneas de transmisión y que Marco Tulio aceptaba la invasión para hacer un estacionamiento personal y un contenedor de basura.

Ella también pidió apoyo al Ayuntamiento de Mérida, en la administración de la exalcaldesa del PRI, Angélica Araujo Lara. Solicitó la limpieza del terreno y la construcción del área verde que estaba proyectada en el plano original del fraccionamiento. No existió respuesta.

En el 2013, hizo un segundo intento, con la administración del alcalde, Renán Barrera Concha. Aunque en esa ocasión sí fueron a clausurar el predio que era usado como estacionamiento de la taquería de la zona, el personal de Desarrollo Urbano Municipal la acusó frente a los vecinos de que ella levantó el reporte. Colocándola una vez más, cómo blanco de agresiones.

 

A Ana y su hijo los arrestó la SSP pedir auxilio frecuentemente

Ana relató que en el 2016, el comandante Contreras, Rodolfo y Marcial, todos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ingresaron a su domicilio. Se enfrentaron a Ana y su hijo por constantemente pedir auxilio. Sin embargo, las detenciones de ambos no ocurrieron en el mismo sitio.

Su hijo, Manuel fue arrestado en el domicilio cuando acudieron los policías por el reporte que hizo al 911, ya que previamente, Ana fue atacada por una de las personas que viven en el predio de la CFE que fue invadido. 

Y el oficial que fue supuestamente a auxiliarla, no la ayudó, pero sí la arrestó. Estuvieron incomunicados más de 48 horas. Los oficiales sacaron su auto del domicilio y lo llevaron al corralón, sustrajeron su laptop y otras pertenencias de valor.

Resulta que mi hijo estaba en la casa y los policías entraron a la casa, se robaron el carro y todo lo de la casa. Arrestan a mi hijo, luego a mí y nos dejaron incomunicados. Logramos salir porque mi hija empezó a buscarnos. Empezaron a exigir que aparezcamos. Nos dejaron salir y pusimos la demanda en FGE y Derechos Humanos, pero no hay justicia”, dijo con decepción.

Ana solo quiere justicia y que las autoridades hagan su trabajo. Teme por su vida y la de su familia. 

Otra de las denuncias es que su domicilio fue utilizado por estas mismas personas para contratar el servicio de telefonía con Telmex y de energía eléctrica con la CFE, así como de productos que adquirieron en Banco Azteca. Ya acudió a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y la FGE de Yucatán. Sus denuncias no avanzan.

**El nombre de Ana y su hijo fue modificado, ya que teme ser víctima de más represalias.