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Esther, la segunda víctima de feminicidio en Yucatán, pasó su último domingo con sus hijos y padre.

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Esther Maas Polanco de 38 años de edad, pasó su último domingo con vida en compañía de sus hijos y su papá, Vitaliano Maas. Poco después de las 8:30 de la noche, su padre se despidió y regresó a su casa. Minutos después su madre salió de casa para ir a la tienda. Fue ese momento que su aún esposo, de quien estaba separada, Manuel N., alias “el Chicote”, aprovechó para ingresar al domicilio y asesinarla con un cuchillo.

Por Claudia Arriaga Durán

Huhí, Yucatán, 19 de mayo de 2022.- Esther Maas Polanco de 38 años de edad, es la segunda víctima de feminicidio en Yucatán. Su padre, Vitaliano Maas la describió como una mujer trabajadora, que siempre intentó comprender a las demás personas. Su último domingo -el 15 de mayo- lo pasó en compañía de sus hijos y su padre, según él, tal como le hubiera gustado.

El feminicida, su aún esposo, de quien estaba separada Manuel N., aprovechó que Esther se quedó solo en la casa e ingresó para atacarla con un cuchillo. 

“Lo que aprovechó ese cuate, era que cuando yo me quité como decía mi nieta que tenía ganas de comer algo, mi esposa rápidamente lo fue a comprar a la tienda, dice que allá cerca y no tardó, y entonces antes de llegar a su casa, le dicen ‘¡Doña Elena, Doña Elena, algo está pasando en tu casa, yo creo que a tu hija ya la hirieron, ahí está ahí tendida!’, entonces llega mi esposa y mi hija ahí está tendida, ya no podía hacer absolutamente nada, solo movió su cara, porque le abrieron acá -el pecho-, y le cortaron -el cuello-, y luego le dieron dos o tres puñaladas por la espalda”, señaló con tristeza don Vitaliano.

Vitaliano aseguró que nunca se dio cuenta del peligro que representaba Manuel. Se habría quedado en casa con su hija si hubiera notado algo extraño. Incluso, ese mismo día, quien fuera su yerno, fue a prestarle dinero horas antes.

“Si estuviera borracho, si estuviese drogado, si estuviese algo, que haya una señal, pues tenía que quedarme más rato y ver qué es lo que va a pasar, pero no había señales de nada”, dijo consternado.

Esther tenía menos de un año de haber regresado a Huhí con sus hijos y su esposo Manuel N., con quien compartió 20 años de su vida. Inicialmente, se quedaron tres meses en casa de Vitaliano, luego se mudó a casa de su madre, en ese punto, ya estaba separada de Manuel.

La pareja vivía en Acanceh, de donde él es originario, pero ella quiso volver con su familia porque quería sentirse segura.

“Me platicaba una parte, se puede decir, la cuarta parte de todo esto; pero yo veo que cuando llega este cuate, pues, como están sus dos o tres hijos aquí y veo que están conviviendo y todo eso; entonces le digo, pues ojalá que el problema que tengan pues se vaya solucionando”, recordó.

Esther era una mujer trabajadora, se dedicaba a vender ropa de segunda mano los domingos. Vitaliano no comprende como Manuel N. pudo asesinar a la madre de sus hijos y peor aún huir para no pagar por sus actos. 

El feminicida de Esther se escondió en los montes cercanos al municipio, en donde las autoridades realizaron un operativo para encontrarlo. El martes fue capturado.

Del tema, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán informó a través de un comunicado de prensa que Manuel N, alias el “Chicote” ya fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio y permanecerá en prisión preventiva.