Por Kiki
Con impotencia y dolor, familiares, amigos y ciudadanos se reunieron por segunda ocasión en una asamblea pública para exigir justicia por la muerte de Ángel Méndez Ku, joven de 18 años que perdió la vida el pasado 29 de abril tras ser brutalmente atropellado en el Periférico de Mérida por un conductor que presuntamente se pasó el alto y trató de huir del lugar.
Pese a la gravedad del caso, la jueza encargada del proceso negó la solicitud de prisión preventiva justificada para el imputado y determinó que enfrente el proceso en arresto domiciliario, el cual será ejecutado entre uno y tres días. La decisión provocó indignación entre los asistentes a la asamblea, quienes cuestionaron la falta de rigor judicial en un caso con múltiples agravantes: homicidio culposo, intento de fuga, lesiones graves a la esposa de la víctima —embarazada al momento del accidente— y la pérdida de su hijo no nacido. Además, el vehículo del presunto responsable no contaba con seguro, según confirmaron fuentes cercanas a la familia.
“No puede ser que un joven que mató, dejó a una mujer gravemente herida y causó la muerte de un bebé esté en su casa viendo televisión mientras mi hijo está bajo tierra”, expresó entre lágrimas la familia del joven fallecido.
La tragedia ocurrió a la altura del puente de Altabrisa, cuando Ángel y su esposa Fabiola regresaban del trabajo y circulaban en motocicleta, fueron embestidos por una camioneta Lincoln que no respetó la señal de alto. Ambos fueron lanzados al pavimento. Ángel perdió la vida y Fabiola sigue hospitalizada en estado crítico, sin olvidar que perdió a su bebe ya que llevaba 26 semanas de embarazo.
“Ángel quería a su familia, quería una casita, quería ser un buen padre y esposo. Mientras soñaba todo eso en el camino a lado de su pareja, les fueron arrebatados sin sentimiento y conciencia todos esos sueños” expresaron amigos y familiares que llegaron desde las 8 de la mañana al Centro Estatal de Medidas Cautelares para apoyar a Ángel y Fabiola y asistir a la audiencia, aunque terminaron saliendo completamente decepcionados con el ultimo veredicto.
Probablemente este caso evidencia la debilidad del sistema judicial ante delitos cometidos con “negligencia criminal” y Yucatán no puede haber impunidad para quienes, al volante, destruyen familias.
“Yo vi que lloro en un momento esta persona, supongo que la conciencia no lo deja en paz, no hablaba, solo tenía la cara abajo, después solo escuchaba lo que decían sus defensores, parecía que sabía lo que hizo pero no quería ser castigado” expreso un anónimo que presencio la audiencia.
La familia de Ángel ha solicitado el respaldo del gobernador del estado, Joaquín Díaz Mena, quien se comprometió públicamente a dar seguimiento al caso. Mientras tanto, las movilizaciones continúan.
“Hoy fue Ángel, mañana puede ser cualquiera”, se leía en una de las pancartas que acompañaron la protesta.