A las 8:30 de la mañana de este martes, Tomás Garrido y su esposa, Margarita López, dos personas adultas mayores, se pararon con lonas frente al Ie-Tram para protestar por la indefensión en las que los dejó el gobierno estatal. El 22 de febrero de 2023, firmaron un convenio para ser reubicados de su hogar por el proyecto vial. Hasta el día de hoy no se cumplió
Por Claudia V. Arriaga Durán.
Mérida, Yucatán, 10 de septiembre de 2024.- A las 8:30 de la mañana de este martes, Tomás Garrido y su esposa, Margarita López, dos personas adultas mayores, se pararon con lonas frente al Ie-Tram para protestar por la indefensión en las que los dejó el gobierno estatal. El 22 de febrero de 2023, firmaron un convenio para ser reubicados de su hogar por el proyecto vial. Hasta el día de hoy no se cumplió.
Les pidieron desalojar su hogar, ubicado en las inmediaciones de la T1, en la calle 30 del rumbo del Fénix en Mérida, para darle paso a este nuevo sistema de transporte.
La pareja reclamó el abuso de confianza por parte de las autoridades que acudieron a su domicilio para convencerlos de firmar.
“Firmamos un convenio y una minuta ¿para qué lo hacían si saben que no lo cumplirán? Espero me repongan el tinglado y las escrituras de la casa en la que me reubicaron”, comentó en entrevista Tomás Garrido.
Recordaron que la madrugada del 2 de febrero de ese mismo año, acudieron funcionarios del gabinete del Gobierno del Estado. El acuerdo fue con el director del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (INCAY), Sergio Chan Lugo y el titular del Instituto de Movilidad y Desarrollo y el de Urbano Territorial (IMDUT), Rafael Hernández Kotasek.
En un primera instancia, el acercamiento fue poco amable, ya que pensaron que no tenían la posesión del predio. Así que solo les dieron dos días para empacar y desalojar. Tras percatarse que no era así, le ofrecieron una nueva casa y rehacer el tinglado que destruyeron.
Además, el despojo de la propiedad ocurrió en dos momentos. Primero le dijeron que sólo necesitaría 60 metros cuadrados. Los que finalmente, resultaron 160. En esa única ocasión, Tomás recibió una compensación económica.
“Tengo que ir al IMDUT pasando hambre y sed , tengo que caminar porque a veces no tengo para el taxi, solo porque el gobernador está en su buena casa y piensa que así estamos todo el pueblo. Yo soy una mujer henequenera, vengo de la hacienda”, reclamó Margarita López.