La noche del 24 de diciembre en la comisaría de Dzitnup del municipio de Valladolid, Yucatán se realiza un ritual, que escenifica los textos bíblicos del antiguo y nuevo testamento. Es una ceremonia de sincretismo cultural que conjunta lo Maya con lo católico: La Danza de Abraham e Issac.
Por Claudia V. Arriaga Durán.
Mérida, Yucatán, 24 de diciembre de 2022.- La noche del 24 de diciembre en la comisaría de Dzitnup del municipio de Valladolid, Yucatán se realiza un ritual, que escenifica los textos bíblicos del antiguo y nuevo testamento. Es una ceremonia de sincretismo cultural que conjunta lo Maya con lo católico: La Danza de Abraham e Issac.
“Lo que se observa en Dzitnup es una escenificación de los textos bíblicos del antiguo y nuevo testamento. Muy probablemente en las antiguas representaciones de las pastorelas con fines de evangelización. Es decir, del teatro y los coloquios que se emplearon durante la conquista para lograr la conversión de los pueblos originarios”, explicó el antropólogo Jorge Pérez.
La representación inicia con una misa. En tanto, se preparan los tres personajes principales para realizar la danza de Abraham e Isaac. Después de la medianoche, las mujeres de la comunidad rezan el rosario a las puertas de la iglesia e inicia la ceremonia.
Fotografías de Alex Medina
“Abraham e Isaac llamados Señores por la gente, danzan al ritmo de las campanas a manera de cabalgata frente ellas. Detrás de ellos está el Diablo quién pretende entrar a impedir el nacimiento de Jesús”, relató el antropólogo.
“Terminada la novena y la danza, al ritmo de una armónica y las campanas, inicia la batalla entre los Señores y el diablo el cual es vencido. Esta celebración culmina con una procesión al interior de la iglesia”, dijo Jorge Pérez.
La celebración de la navidad continúa el 25 de diciembre.
“Terminadas las oraciones rompen tres piñatas, la primera es de los Señores, luego la de los niños y por último la de las niñas. Después los adultos forman dos filas de niños y niñas para repartirles juguetes”, especificó el antropólogo, Francisco Rivas Cetina.
Cada año el niño Dios es apadrinado por una persona distinta, quien lo acompaña junto con los “Señores” y el “Diablo” de casa en casa para recolectar maíz.
“Esta visita dura dos días pues hay casas donde le hacen una novena y la gente les regala a los Señores medio kilo de maíz para su pozole, pero en realidad es para que vendan y tener fondos para la celebración del próximo año”, informó, Rivas Cetina.
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