Luz tenía cuatro años de edad y fue violada por su padre biológico, abuelo y abuela paterna. Su madre descubrió las agresiones y las denunció el 14 de agosto. Los exámenes del médico legista y psicología forense confirmaron las acusaciones. En consecuencia, la menor tiene secuelas físicas, emocionales y de salud. Además, la golpeaban, insultaban y dejaban sin comer.
Por Claudia V. Arriaga Durán
Mérida, Yucatán, 21 de diciembre de 2022.- Luz tenía cuatro años de edad cuando fue violada por su padre biológico, abuelo y abuela paterna. Su madre descubrió las agresiones y las denunció el 14 de agosto. Los exámenes del médico legista y las declaraciones de la menor con la psicóloga forense confirmaron las acusaciones. Además, también revelaron otras agresiones a las que fue sometida.
La madre de Luz, la señora María, quiere justicia y que Luis F.M.A junto con su madre Margarita M.A y padrastro Santos C. sean encarcelados. Reclamó que ya pasaron cinco meses desde que acudió a denunciar a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán y de que se inició la carpeta de investigación 1213/2022.
“Ella señala a su papá, a su abuela y al padrastro (abuelo). Le explicó a la psicóloga que no le daban de comer, que la tocaban y todas las cosas que le hacían. Luz no me dijo porque la amenazaron con matarme. Le decían que era fea, que era una zorra y puta, que nadie la iba a querer porque estaba violada, Luz dijo todas estas cosas en psicología”, señaló María.
María era la única que tenía un trabajo fijo y pensó que su hija e hijo eran cuidados por la familia de Luis F.M.A., nunca imaginó la violencia que vivían, menos a manos de su familia.
“Luz explicó a la psicóloga que a su hermanito lo amarraban y pegaban, él tiene apenas un año y siete meses. Cuando salimos de esa casa, mi bebéno caminaba y ahora tiene problemas para hablar. Ahora ya están mejor y subieron de peso”, declaró.
Desconoce con certeza el tiempo que Luz fue sometida a agresiones sexuales. Recordó que su suegra durante al menos seis meses, no la dejó bañar a la niña o cambiarla de ropa y también la menor se negaba a que su madre la tocara. Piensa que es porque la amenazaron.
“La mamá no me dejaba cambiar a mi hija, me decía que la niña se escaldaba, no me dejaba tocar a mi hija para bañarla y mi hija igual me gritaba que no, que dejara a la señora hacerlo, pero la realidad es que le decían que me iban a abrir la panza con un cuchillo, si yo me acercaba”, relató.
María intentó separarse en muchas ocasiones de Luis, pero siempre regresaba por temor. Vivió por siete años violencia familiar y física. Temía que sí no aceptaba volver la asesinaría.
“Yo vivía con temor, él era un psicópata, quería regresar con mis papás, pero si me iba yo sabía que me haría algo, por eso regresaba, tenía miedo”, apuntó.
La violencia sexual dejó secuelas en la salud de Luz
Luz tiene taquicardia y conductas hipersexualizadas, que se manifestaron al llegar a un sitio seguro, la casa de su abuela materna. La menor se desmayó en una ocasión y fue atendida en el Hospital de la Amistad Corea- México. Los médicos confirmaron que se trató de una secuela por el estrés y miedo que vivió en casa de su agresor.
“Mi hija hace poco se puso mal, estaba comiendo chocolates y se desmayó, dejó de respirar, mi mamá y papá llevaron a mi hija a Corea, la conectaron a unas máquinas y vieron que tenía taquicardia. Los primeros días se quitaba la ropa, se frotaba con sus deditos. Decía que no le daban de comer, que la ahorcaban, la abofeteaban”, narró entre lágrimas María.
Además, aunque aún no puede confirmarlo, Luz dio indicios de que su abuela la vendía a hombres. La menor relató que recibió dulces y dinero por dejarse tocar. Espera que pronto la FGE judicialice el caso y arresten al agresor y a los cómplices, ya que viven en la misma colonia, a pocas cuadras de distancia.
