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Edith May movilizó a una comunidad para pedir justicia por el feminicidio de su hermana, María May.

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No fue suicidio, fue feminicidio.

María May fue hallada sin vida el viernes 16 de abril del 2021. Su cuerpo fue abandonado en un parque del fraccionamiento La Joya Paseos de Opichén en Mérida. La primera versión de la Fiscalía General del Estado (FGE) fue que cometió suicidio. La respuesta no convenció a la familia de la joven y menos a su hermana, Edith May Che, quien inició con una serie de protestas. Por primera vez movilizó a las mujeres de la Hacienda de Itzincab del municipio de Umán, de donde eran originarias. 

La pandemia del Covid-19 no desalentó a Edith. Gracias a las marchas y protestas que organizó logró que el feminicidio de su hermana se replicara en medios locales y nacionales, incluso en el extranjero. 

Organicé varias marchas en Umán, en la Plaza Grande de Mérida, en Itzincab donde vivíamos. Quería alzar la voz y pedir justicia, que se moviera el caso. Al principio no teníamos nada, no había avances, la Fiscalía hacía mal su trabajo, y conforme las marchas y colectivas más se movilizó y  tuvimos respuestas”, comentó Edith.

Edith May Che
Edith May Che

Luego de las protestas, el Servicio Médico Forense (Semefo) determinó que María murió por asfixia mecánica. Y las autoridades catalogaron el caso como secuestro y feminicidio.

El caso de ella estuvo primero como suicidio, pero realmente no fue, por la forma en la que la encontraron se catalogó como feminicidio y secuestro porque el cuerpo ya estaba en descomposición cuando lo hallaron en la calle. Tenía semanas o hasta 15 días o poco más para llegar a un mes por el estado en que se encontró,  de putrefacción”, recordó María.

A pesar de su esfuerzo, el feminicidio de María May continúa impune. No hay ninguna persona arrestada por este crimen de género. Aunque en innumerables ocasiones la familia señaló a José Can, un compañero de trabajo y con quien la joven rentaba una casa, como el responsable.

A Edith la impulsó la indignación y la búsqueda de justicia por el feminicidio de su hermana. Agradeció que en el camino no estuvo sola, la apoyaron algunas colectivas feministas. “La primera fue Metamorfosis por parte de Isis, me apoyó desde el primer día”, mencionó.

Para la familia de María May, el feminicidio de Debanhi Escobar que ocurrió al norte de México, en Monterrey, Nuevo León tiene muchas similitudes. Edith dijo que la Fiscalía también les falló en la investigación. No tienen certeza de cuándo falleció, así que solicitarán una segunda necropsia.

José Can el principal sospechoso que creemos que fue, no sabemos qué pasó con él o si hay un avance. Realmente nosotros como familia queremos y pedimos a la Fiscalía que se haga una segunda prueba de necropsia”, relató.

Edith y su familia en  riesgo por el activismo y la protesta.

Durante meses la familia de María May paró las protestas y el activismo para pedir justicia. Se sintieron en riesgo. 

Edith relató que había personas que se identificaban como empleados del Instituto Nacional Electoral (INE) que fueron a buscar a María a la Hacienda Itzincab en Umán. Le preguntaban a las y los vecinos de la zona si realmente había muerto y exhibieron su fotografía. 

“Hace unos meses unas personas supuestamente persona del INE fueron a buscar a mi hermana, iban con una foto de ella y estuvieron preguntando dónde vivía y donde estaba la familia. Preguntaron si realmente estaba muerta. La familia se alejó por temor, pedimos a la Fiscalía y Atención a Víctimas para que nos den protección”, apuntó.

Este reportaje fue apoyado por la International Women’s Media Foundation.