Santiago tiene 18 años, lleva más de 20 días con fiebre, en consecuencia ya bajó 10 kilos y no tiene fuerzas para caminar. Desde el 5 de julio, lo internaron en el Hospital Juárez y posteriormente, lo trasladaron a la T1, en donde lo enviaron de regreso al primer nosocomio. Sin embargo, aún no tiene tratamiento, ni diagnóstico.
Claudia V. Arriaga Durán.
Mérida, Yucatán, 25 de julio de 2022.- Santiago Suárez tiene 18 años y hasta antes del mes de julio su vida transcurría con normalidad. El 5 de julio, luego de varios días con fiebre, inició su viacrucis. Acudió al área de urgencias del Hospital Benito Juárez del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de ahí fue remitido al Hospital T1, en donde lo regresaron de nuevo al primer nosocomio. Ya pasaron 20 días, el joven no tiene un diagnóstico, ni tratamiento. Las fiebre no cede, ya perdió 10 kilos y no puede caminar, ni comer
“El viernes regresó al Hospital Juárez y lo dejaron sentado en unas banquitas, ayer pasó a camilla y sigue sin diagnóstico y tratamiento. La única excusa es que no hay presupuesto para hacerlo”, relató su hermana Cristina Suárez.
“Lo están fastidiando para que lo saquemos, pero no tenemos los medios para pagar una clínica particular. Mi hermanito sigue mal, con 10 kilos menos y si es cáncer no tiene tratamiento”, comentó.
La familia del joven tiene miedo, pues su vida está en riesgo. En estos días se enfrentaron a varios diagnósticos. Primero les dijeron que tenía cáncer, tal vez en la sangre o la médula o una enfermedad transmitida por vector, es decir, algún insecto.
Después les informaron que tenía citomegalovirus -infección relacionada con la varicela y la mononucleosis infecciosa-, pero que no podrían corroborarlo porque el IMSS no tiene el presupuesto de 200 mil pesos para hacer el examen. Aun así, el 19 de julio, lo trasladaron al Hospital T1, se supone que lo atendería el infectólogo y que ya había una cama esperando por él.
“Dijeron que tendría su cama lista, pero estuvo dos días en urgencias sentado en una silla. Mi papá no lo quiso dejar solo, tenía miedo porque ya no tiene fuerzas, no puede sostenerse sentado. La primera noche una enfermera le permitió a mi papá quedarse, la segunda fueron todos los guardias a sacarlo”, explicó Cristina.
El infectólogo nunca revisó a Santiago. El viernes 22 de julio, lo regresaron de nuevo al Hospital Benito Juárez. De nuevo, Santiago no tiene diagnóstico ni tratamiento.
Cristina relató que Santiago ya bajó más de 10 kilos, no puede caminar, ni comer por sí solo. Lamentó que en la T1 fuese sometido a baños de agua fría para bajar la temperatura y lo peor, es que la fiebre nunca cedió.
Antes de ser ingresado, el joven fue a consultar a su Unidad Médica Familiar #20, ubicada en Caucel, Mérida; un médico suplente lo atendió, descartó que sea necesario someterlo a exámenes. El sábado, aún no cedía la fiebre, así que lo llevaron a urgencias y fue hasta el martes 5 de julio, que regresaron a su clínica y que su médica de cabecera ordenó su traslado al Hospital Juárez.