Por KIKI
Mérida, Yucatán, 5 de diciembre de 2024 – Más de 500 trabajadores de enfermería, originalmente asignados a hospitales en Yucatán, han manifestado su inconformidad debido a las condiciones laborales que enfrentan desde su reubicación, ocurrida hace aproximadamente ocho meses tras el cambio de gobierno estatal. La reubicación fue presentada como una medida temporal mientras se concretaba la incorporación de Yucatán al sistema federal de salud «IMSS-Bienestar», una promesa de campaña del actual gobernador. Sin embargo, el convenio aún no ha sido firmado, generando incertidumbre entre los trabajadores.
El día de hoy, 4 de diciembre, varios trabajadores afectados se plantaron frente al Palacio de Gobierno en Mérida para exigir una solución inmediata a su situación. «Estamos aquí porque ya no podemos esperar más. Han pasado meses sin respuesta concreta, y necesitamos que se cumpla lo prometido», señalaron algunos manifestantes.
Los afectados fueron enviados a hospitales en Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Puerto Morelos, José María Morelos, Ciudad del Carmen, y Campeche. Algunos compañeros que decidieron no aceptar la reubicación continúan laborando en sus hospitales originales, como Valladolid, y han seguido cobrando sus salarios sin interrupciones, lo que genera mayor molestia entre quienes sí fueron reubicados.
«Nos dijeron que sería un proceso temporal, pero llevamos meses esperando la firma del convenio», mencionó un trabajador actualmente en Tulum. Relató que enfrenta costos diarios de transporte entre 300 y 400 pesos, además de levantarse a las 3:00 a.m. para cumplir con su jornada laboral. «Regreso a mi casa en Yucatán hasta las 5:00 p.m., lo que afecta mi calidad de vida y mi relación con mi familia».
La situación es aún más crítica debido a que, durante la reubicación, aceptaron bajo la promesa de obtener estabilidad laboral con una base permanente. Sin embargo, este compromiso tampoco se ha cumplido. «Nos dijeron que si no aceptábamos la reubicación, perderíamos nuestros contratos. Ahora nos quieren incorporar permanentemente a la plantilla de Quintana Roo, pero queremos regresar a nuestras sedes en Yucatán, como nos prometieron», explicó otro trabajador.
La reubicación también impactó gravemente la operatividad de hospitales como el de Valladolid, donde laboraban 110 enfermeros antes del traslado. «Ese hospital colapsó. Éramos la base del personal y, de un día para otro, se quedaron sin nosotros. Fue un caos», señalaron.
Además de los costos económicos y el desgaste físico, algunos trabajadores han denunciado maltrato psicológico y discriminación laboral en sus nuevas asignaciones. «Hemos sufrido discriminación en algunos lugares. Esto hace que la situación sea aún más insostenible», afirmaron.
El contexto de esta problemática se remonta al gobierno anterior, que decidió no adherir a Yucatán al sistema IMSS-Bienestar antes de concluir su mandato. Esto llevó a la reubicación del personal contratado durante la pandemia para evitar que quedaran sin trabajo. Sin embargo, con el cambio de administración estatal, se esperaba la firma del convenio que regularizaría su situación laboral y permitiría el retorno a sus lugares de origen.
A pesar de las reiteradas menciones del gobernador en redes sociales sobre los avances en la incorporación al sistema federal, el convenio no se ha concretado. «Seguimos esperando, pero ya es urgente que se firme. Tenemos familias, hijos y no podemos seguir en estas condiciones», señalaron.
Con el inicio de un nuevo año a la vuelta de la esquina, los trabajadores piden a las autoridades estatales y federales acelerar este proceso. «Queremos que se cumpla la promesa que nos hicieron y regresar a nuestras sedes en Yucatán para trabajar en condiciones dignas», concluyeron.