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ALERTA SANITARIA: regreso de la tosferina amenaza al sistema de salud y económico

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Por Fabio Fuentes.
Mérida, Yucatán 17 de enero de 2025.- Si usted no puede frenar una tos persistente, que parece no tener fin, que ya acudió usted a más de un médico y a cualquier cantidad de medicamentos y el problema no disminuye, podría estar enfrentando algo mucho más grave de lo que imagina: la tosferina.
Esta enfermedad, considerada casi extinta, ha regresado con fuerza en México, y su impacto no solo pone en peligro la salud, sino que también desestabiliza económicamente a quienes la padecen.
En Yucatán y otras regiones del país, el resurgimiento de la tosferina es alarmante, con consecuencias potencialmente mortales. Es una enfermedad crónica y debilitante, que puede prolongarse durante meses o incluso años, afectando gravemente la calidad de vida de quienes la padecen. Sin embargo, el sistema de salud mexicano parece ignorar esta amenaza latente. La falta de reconocimiento oficial, diagnósticos oportunos y acceso a tratamientos adecuados agrava una crisis sanitaria que las autoridades prefieren minimizar.
De acuerdo con el neumólogo David Canché Durán, la red de médicos particulares ha encendido las alarmas debido al incremento notable de casos. A pesar de esto, el sector público continúa desestimando la gravedad del problema. Además, el costo inaccesible de la vacuna, que ronda los 800 pesos, y del tratamiento completo, que supera los 8,000 pesos incluyendo pruebas de detección, deja a las familias mexicanas en una situación de extrema vulnerabilidad.
Una enfermedad que desafía todos los esfuerzos 
La tosferina, conocida por el característico «canto de gallo», afecta tanto a niños como a adultos. Este distintivo sonido agudo que acompaña a la tos suele ser el resultado de ataques severos que, en ocasiones, pueden obstruir la garganta, provocando espasmos y una sensación de asfixia aterradora.
Los medicamentos tradicionales no suelen ser efectivos frente a esta enfermedad. Incluso los jarabes especializados, que pueden alcanzar un precio de hasta 600 pesos, ofrecen resultados limitados. En consecuencia, muchos pacientes recurren a remedios caseros, como miel o infusiones de bugambilia, que solo brindan alivios temporales. Sin embargo, estas medidas no son suficientes para enfrentar una condición que puede derivar en complicaciones graves, especialmente en niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas como diabetes u obesidad.
La negligencia que agrava la crisis  
Uno de los mayores obstáculos en el combate a esta enfermedad es la ausencia de datos epidemiológicos actualizados. En países como Estados Unidos, la tosferina es monitoreada y reportada con precisión, lo que permite actuar con rapidez. En México, por el contrario, la falta de estadísticas claras y protocolos estandarizados complica la identificación y tratamiento de los casos.
El doctor Canché Durán subrayó que el desprecio hacia los reportes de médicos particulares agrava la situación. A pesar de que estos especialistas detectan y reportan casos dentro de redes nacionales, la Secretaría de Salud sigue sin reconocer oficialmente el problema. Sin boletines epidemiológicos ni coordinación efectiva entre los sectores público y privado, la tosferina permanece como una amenaza invisible que sigue creciendo.
La prevención: una solución urgente
La vacunación es la herramienta más eficaz para frenar la propagación de esta enfermedad. Sin embargo, en México, las vacunas no están fácilmente disponibles en el sistema público, obligando a las familias a recurrir a servicios privados con costos prohibitivos. Esta realidad, combinada con la falta de acceso a tratamientos adecuados, expone a los pacientes a riesgos críticos, como la hospitalización en terapia intensiva, particularmente en los grupos más vulnerables.
Minimizar la gravedad de la tosferina solo perpetúa el sufrimiento y aumenta el riesgo de muerte en el país. Es urgente que las autoridades reconozcan esta crisis sanitaria, implementen campañas de prevención y aseguren el acceso a vacunas y tratamientos asequibles. Ignorar esta emergencia no solo pondrá en riesgo la salud de la población, sino que también perpetuará el costo humano y económico para miles de familias mexicanas.