María Ravelo, la mamá de José Eduardo Ravelo Echevarría, el “Güero”, quien murió víctima de tortura policíal, denunció que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) no le brinda apoyo para acceder a la verdad y justicia. Le negaron el recurso para un metaperitaje y atender su salud.
Por Claudia V. Arriaga Durán.
Foto: Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 25 de septiembre de 2024.- José Eduardo Ravelo Echevarría, el “Güero”, murió el 3 de agosto de 2021 en el Hospital General Agustín O’Horán en Mérida. Días antes denunció que fue torturado y violado por policías municipales. A más de tres años, su madre, María Ravelo denunció que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) no le brinda apoyo para acceder a la verdad y justicia.
María convocó a una rueda de prensa a las puertas de las oficinas de la delegación federal de la CEAV. Las lluvias, efecto del huracán Helene la obligaron a entrar al inmueble. La respuesta de las funcionarias en recepción fue ríspida. Le pidieron salir e intentaron obligar a los medios de comunicación a dejar de grabar audios, tomar fotografías y video. En el lugar no había ninguna otra víctima indirecta, solo ella: revictimizada.
Aun así, con firmeza , explicó que le negaron el recurso para realizar un metaperitaje, que en términos generales, ayudaría a establecer sí el dictamen pericial se ajustó o no al principio de certeza.
“CEAV No me han brindado el apoyo que se debería a más de tres años de la muerte de mi hijo, realmente no han hecho nada. Tienen al abogado Moisés Reyes cruzado de manos. Pedimos el recurso para un metaperitaje para enfrentar a la FGR y nos lo negaron”, declaró María, la madre del “Güero”.
El caso de José Eduardo escaló al fuero federal. Es la Fiscalía General de la República (FGR) la encargada de la investigación y una segunda necropsia determinó que falleció de neumonía. Lo que actualmente se investiga es la tortura y maltrato que sufrió a manos de la policía. Hasta el día de hoy no hay personas arrestadas.
“El problema más grave es que no han avanzado nada con el caso de mi hijo, me pusieron al licenciado, pero no le dan los recursos para demostrar nada, yo no veo a nadie en la cárcel”, dijo con enojo María.
Pero María también vive otras violencias que calificó como institucionales. Por ejemplo, le niegan el acceso a salud. La CEAV en Yucatán se negó a pagarle los gastos de traslado para una consulta médica de Mérida a Veracruz y hospedaje. Alegaron que sus padecimientos no son vinculantes al hecho victimizante.
Por estos motivos, María acudió a la CEAV y pidió que la reciba la licenciada Flor Martínez Estrada, encargada de la delegación en Yucatán, ya que siempre pide una cita con ella, pero nunca le concede el tiempo para escucharla.