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Piden justicia para Santi, amarraban al pequeño para castigarlo

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El menor de seis años era víctima de violencia familiar. En el patio lo ataban a una silla y de manos para castigarlo. Aunque ya fue resguardado por las autoridades, piden que se castigue a los responsables. El video fue difundido, luego de que la mamá negó públicamente que ejerció violencia contra el niño.

Por Claudia V. Arriaga Durán.

Mérida, Yucatán, 22 de julio de 2024.- Un niño de seis años golpea con fuerza una puerta de metal. Sus gritos son más fuertes que el sonido del impacto de sus brazos contra el metal de la puerta. El pequeño lleva puesta únicamente la ropa interior y las chanclas. Se escucha su desesperación para que lo dejen entrar a la casa y que lo liberen: tiene las manos amarradas. Sus esfuerzos fueron en vano. 

Minutos después abre la puerta una persona adulta y lo deja pasar. Se aprecia que es un hombre, pero se desconoce el parentesco con el menor. Tras unos segundos sale cargando al niño en un brazo y en el otro una silla blanca de plástico. De nuevo entre llantos y gritos, sienta al menor y lo amarra. 

“¡No, no, me dejes, te lo prometo! ¡Déjame!”, grita el niño entre llanto. 

El niño se llama Santiago, tiene seis años y es originario de una comisaría del municipio de Acanceh. La familia del menor ya se encuentra en investigación por estos hechos. Él fue resguardado por la Procuraduría de protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Yucatán (PRODENNAY). 

Aunque las acciones quedaron documentadas en video, la mamá del menor está en el proceso de recuperarlo. Por este motivo, las y los vecinos decidieron difundir sus acciones en contra de Santi. 

Exigen justicia para el pequeño y que de ser posible sea entregado a un familiar. Ya que actualmente, él es parte de los 153 menores que viven en el albergue del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en Yucatán, CASNNAY.

Refieren que los gritos y llanto de Santiago eran la constante de la familia. Tampoco coinciden en que los castigos para disciplinar al menor sean los adecuados, pues violentan sus derechos. 

Desconocen en qué va el proceso de la investigación, pero saben que la mamá del menor y el padrastro hicieron pública la situación y aseguraron que no ejercían violencia en contra del pequeño. 

“¡ Alex, no, no me dejes!”, imploraba a gritos mientras permanecía amarrado en una silla.