Este miércoles, al cumplirse un año más del feminicidio de Emma Gabriela Molina Canto, su madre, Ligia Canto, exigió a las autoridades dictar sentencia contra el feminicida y entregarle a ella la guardia y custodia de sus nietos.
Por: Andrea Segura Rodríguez
Mérida, Yucatán., 27 de marzo de 2024.- A siete años del feminicidio de Emma Gabriela Molina Canto al responsable de su muerte, Martín Alberto Medina Sonda, sigue sin dictársele sentencia, por parte de magistrados federales, además, la guardia y custodia de los hijos de la pareja, no ha sido entregada a su abuela materna, la señora Ligia Canto.
Esta mañana, al cumplirse un año más del feminicidio de Emma Gabriela, en la puerta de su casa a manos de dos sujetos pagados por su ex esposo, Ligia Canto recordó que el caso sigue sin tener una conclusión.
“Seguimos esperando, seguimos soñando con recibir la justicia merecida, seguimos también esperando que la guardia y custodia de mis nietos me sea confirmada. Siete años y seguimos esperando eso”, comentó la mujer desde los juzgados familiares de la ciudad de Mérida, en donde se manifestó pacíficamente.
Ligia Canto reclamó la falta de eficacia y eficiencia de las autoridades correspondientes para dotar a sus nietos de los derechos que les corresponden.
“¿Qué necesitan? Ya son catorce años, siete sin mi hija, en lo que tuve que asumir las responsabilidades de su voz y que lo hago con el amor que le sigo teniendo a ella y a sus hijos”, comentó.
Recordó que se han entregado todos los papeles y pruebas que demuestran la culpabilidad de Medina Sonda y sin embargo, no se tiene un mayor avance, señaló estar cansada de tener que estar “pepenando por justicia”.
“Yo no he podido, ni me he permitido hacer un duelo, sufrir su ausencia. Ella luchó, vivió y todo para proteger a sus hijos y como su madre, como su voz tengo que seguir adelante hasta que sus hijos, por los que ella dió la vida, estén sin ningún peligro”, indicó.
De igual manera recordó que el feminicida y papá de los tres menores tampoco ha pagado la pensión alimenticia, la cual los jueces han reducido a la cuarta parte, debido a que el señalado ha justificado no tener ingresos al encontrarse en la cárcel.
“Los muchachos viven con miedo y no viven tranquilos, quieren estudiar muchas cosas, pero no se tiene la estabilidad económica para proporcionarles las oportunidades; viven con coraje hacia la justicia ya que han sido la carne de cañón de las autoridades, les arruinaron su infancia”, anotó.
Temen que el asesino pueda salir de la cárcel, ya que, al no haber sentencia confirmada, el sujeto sigue en la lucha para demostrar su libertad, sin embargo, confían en que esto no suceda.
